FRAGMENTOS DE LA REALIDAD I.
El compañero Galeano en vida
Mayo del
2014.
Madrugada…
Deben ser como las 2 o las 3, vaya usted a saber. Suena el silencio aquí
en la realidad. ¿Dije “suena el silencio”? Pues sí, porque el
silencio acá tiene su sonido propio, así como un aserrar de grillos, y luego
otros al frente, más fuerte y en contra, otros siempre constantes, abajo.
No hay luz cerca. Y ahora es la lluvia sumando su propio silencio.
De por sí ya es su tiempo de lluvia acá, pero no alcanza todavía para herir la
tierra. Apenas si la rasguña, como golpeando quedito. Un arañazo
aquí, algún charquito como no queriendo allá. Como avisando. Pero
el sol, la calor, rápido lo repellan la tierra. No es su
tiempo del lodo. No todavía. Tiempo de sombra sí. Bueno, de
por sí siempre es su tiempo de sombra. Donde quiera anda, no importa la
hora. Hasta cuando más fiero está el sol, por ahí anda la sombra,
pegándose nomás a las paredes, árboles, piedras, gente. Como si la luz
más fuerza le diera. Ah, pero en la noche… en la madrugada, ése es su
mero tiempo de sombra. Así como en el día te alivia, en la madrugada te
despierta como diciéndote “tú dónde, tú qué”. Y uno balbuceando las
respuestas de la duerme-vela. Hasta que ya claro puedes responder,
responderte: “en la realidad”.
-*-
(…)
- Pues la mera verdad no sabría decirte. Se supone que en la
ciudad su costumbre, como quien dice que su modo, es que, cuando hay un difunto
en la familia, pues los demás de la familia y amistades la visitan a la familia
para hacerle saber que la apoyan en su dolor. Le dicen “dar el pésame”,
creo. Sí, eso mero, como decirles que no están solos.
(…)
- Bueno, lo que yo he alcanzado a leer es que la mayoría de las
alumnas y alumnos de la escuelita dijeron que se sentían como en familia, que
los habían tratado como familia. Bueno, algunos dijeron que mejor que en
su familia. O sea que como quien dice hay de familias a familias, por
ejemplo en…
(…)
- Puede ser. Sí, puede que alguna, alguno, sienta como quien
dice la necesidad de venir a darle el pésame a la familia del finado Galeano o
a los compas de aquí, o a los dos.
(…)
- No está tan fácil, porque acá está muy retirado para
ellos. ¿Qué será, digamos que unas 7 horas desde San Cristóbal? Ahí
está, les queda lejos. Y pues la muerte violenta no avisa, no tiene su
calendario apartado ni su geografía marcada, sino que ahí nomás entra y se
sienta, manque no la hayamos invitado. Sí, como que entra tirando la
puerta.
No es como la muerte de edad o de enfermedad, que como que poco a
poquito mete una pata, luego la mano, y luego ahí se está en un rincón,
esperando, hasta que se acomoda y dice “aquí yo mando”. Ahí como que uno
se prepara, se va haciendo a la idea pues. Pero la muerte violenta
no. Ésa es como que te golpea, te tumba, te aturde, te da de patadas, te
garrotea, te machetea, te balea, te mata, viene y te da un tiro en la cabeza y
todavía se burla de ti. Así hace.
Entonces, si tú haces como quien dice un plan de compartición, o
una reunión, o como los cursos de la escuelita zapatista, pues dices tal día en
tal lugar, y avisas con tiempo, y cada quien en su lugar hace también su plan,
de su trabajo, de su estudio, de su familia, y se hace su viaje. Y tú
también, pues con tiempo preparas dónde vas a recibir, qué le vas a ofrecer.
Pero como la muerte violenta no avisa, pues ya no hay tiempo para
preparar nada, ni el que llega ni el que recibe. Y luego, ¿de qué van a
hablar? Si aunque se miran unos con otros, está el silencio con su sonido
haciéndote que te calles, como si la muerte no sólo se hubiera llevado al
difunto y también se te hubieran muerto las palabras.
Entonces pues está difícil que vengan, pero no porque no quieran,
o no lo quieran al Galeano, o a los compas de La Realidad, no, sino porque no
tienen modo.
Además, ¿dónde los vas a meter si este caracol está muy pequeño y
rodeado otra vez de esos paramilitares? ¿Y qué les vas a dar de
comer? ¿Y el baño si quieren ir a 25 o a 50 o bañarse porque la
calor o porque la lluvia?
(…)
- Ah sí, viera que esas visitas lo traen su propia comida y su
nailon para la lluvia, pues ya cambia un poco, pero no mucho, porque como ya lo
explicó la promotora de salud, hay que cuidar como quien dice la higiene, o sea
que como quien dice que no se haga el cochinero. Porque luego hay gente
que es muy sucia, que ni siquiera le atina, sobre todo los pinches
hombres. Porque nosotras como mujeres que somos…
¿Eh? Sí, por las enfermedades. Sí, como el
cólera. ¿Eh? No, ésa es la cólera, el coraje, la rabia.
(…)
- ¿Cómo? No, las buenas visitas avisan antes, no se aparecen
así de pronto. Cuando una visita llega sin avisar le dicen, o decían,
“gorrón”, o “gorrona”, según, que no sé por qué les decían así, o dicen, pero
quiere decir que llegó y no es que lo invitaron sino que, como quien dice, se auto
invitó. Sí, la muerte es como un “gorrón”, o “gorrona”, según, como una
visita que llega sin avisar, que no pide permiso. Sí, ya sé que no es lo
mismo, pero se me ocurrió.
(…)
- Sí, creo que si les dices que tal día se puede, pues uno que
otro, otra, llega, pero no todos llegan, unos cuantos sí. De por
sí. Pero manque no lleguen todos, de por sí llegan aunque de otra
forma. Como “escuchas”, pero al revés-
Porque a la muerte también se le puede derrotar con otro
calendario y otra geografía. ¿Qué por qué digo que “también”? Ah,
yo sé lo que digo. No me hagas caso ahorita. Tal vez otro día te
explico… o lo miras.
(…)
- ¿Cómo cuántos? Ni idea. Pero creo que pueden ser
varios, o varias, según, porque ahí veo que están levantando otra champa, y están
barriendo, limpiando. Sí, como si esperaran visitas.
(…)
- ¿Cuándo mero? Pues pregúntalo con el Emiliano o el Max o
con SubMoi que ahí lo vi hablando con una jóvena de aquí. Aunque
luego iba con los comités.
(…)
- ¿Yo? Pues esperando. Ya que lleguen a un acuerdo los
comités de zona, seguro me dicen que escriba y pues escribo
(…)
¡Mira!… ¡Ahí!… donde está esa lucecita. ¿Lo viste ese
animalito qué raro es? Sí, parece como un perro… o más bien un
gato. Sí, como un gato-perro. Está raro, ¿no?
(…)
- Sí, de por sí es rara la realidad.
-*-
Fragmento de la Hoja 4 del Reporte de Investigación sobre el asesinato
del compañero Galeano. Interrogación con la compañera S., zapatista, base
de apoyo de La Realidad, edad 16 entrada en 17 años. Fecha del 11 de mayo
del 2014.
(OJO: el
siguiente texto contiene palabras altisonantes que pueden herir la
susceptibilidad de la realeza europea y aspirantes al trono. -Aquí entre
nos, nada que no se escuche en cualquier rincón del mundo de abajo-. Va).
“Hoy es 11 de mayo de 2014.
(…)
Para eso aquí está presente una compañera que nos va a platicar de lo
que dijeron, de lo que dijo más bien, porque es una persona, el otro no habló.
Eso es lo que nos va a platicar la compañera. Platícanos, compañera.
Compañera S: Pues miren, compa Subcomandante
Insurgente Moisés, le voy a platicar lo que me dijo ese asesino.
SCIM: ¿Cuándo fue que te dijo eso?
Compañera S: El día sábado.
SCIM: ¿El diez de mayo?
Compañera S: El diez de mayo.
SCIM: ¿Cómo a qué horas?
Compañera S: Por ahí a las 9.
SCIM: ¿Las 9 de la mañana?
Compañera S: Sí. Como a las 9 me dijo:
–Te haces mucho –me dijo, pero yo no le quise contestar.
Luego me dijo “párate”, y me paré.
–Escúchalo lo que te voy a decir –yo me paré.
SCIM: ¿Y cómo se llama ese hombre?
Compañeras Selena: Se llama R.
SCIM: R. Sí, síguele.
Compañera S: Me dijo “escucha lo que te voy a
decir”, y yo lo escuché.
Me dijo:
–Disfrútalo tu Caracol. Ándalo en todas partes porque ése lo vamos a
tomar muy pronto y ese Caracol va a ser muy pronto para nosotros. Hasta de
gusto ahí voy a ir a parar mi casa cuando ya sea para nosotros, porque muy
pronto lo vamos a tomar.
Yo le contesté:
–Pues si así, si se sienten hombre, como ustedes lo dicen que sí tienen
esos verga y esos huevos, que vivo o muerto lo van a tomar el Caracol, ¿por qué
no lo toman si de verdad que sí lo tienen los huevos?
Y él me dijo:
–Sí lo tengo los huevos y la verga, ¿lo quieres ver? –me dijo.
Ya yo lo contesté:
–Si lo quieres mostrar, muéstralo a tu madre –le dije yo.
Ya cuando él me dijo:
–¿Estás muy enojada porque lo matamos tu marido?
Y le dije yo:
–Ese compañero no es nuestro marido. Ese compañero es un compañero de
nosotros que lucha por nuestros pueblos, no lucha para recibir migajas del
gobierno.
Y cuando se empezó a reír ahí con su compañero, cuando me dijo…
SCIM: ¿Cómo se llama su compañero?
Compañera S: M.
Cuando me dijo:
–El que lo vamos a tener en nuestras manos es el Raúl, el Jorge y el
René. Ésos los vamos a tener en nuestras manos y los vamos a matar como lo
matamos la peluda (Nota: “La peluda” es el nombre despectivo con que
los paramilitares de la CIOAC-H se refieren al compañero Galeano).
Ya yo le dije pues si lo quieren hacer que lo hagan, y que lo intenten,
pero que entren en el Caracol. Que no entren cuando no haya gente, como lo
hicieron en la escuela, que entraron, pudieron porque no hay gente. Yo le dije:
si de verdad son hombres tomen el Caracol, y ahí se reían y me decían:
–Agradecé que no lo matamos tu papá.
SCIM:¿Así te dijo?
Compañera S: Sí.
–Que no matamos tu papá pero para la próxima.
Y yo le respondí:
– ¿Y por qué no lo mataron?
–Pues porque no lo vimos dónde estaba.
–Pues si lo van a hacer, háganlo. En el Caracol está ahí. Ahí está.
Fue cuando me dijo:
–¿Lo sabes quién lo mató la peluda?
Yo le respondí:
–¿Cómo lo voy a saber si no estaba yo cuando lo asesinaron nuestro
compañero?
–Yo fui el que lo mató. Yo le di un balazo en la cabeza y se fue a la
verga. Así lo vamos a hacer. Los vamos a tener en nuestras manos. Los que ya te
dije así lo vamos a hacer. Pero ese lleva a todos su tiempo. ¿Sabes qué? Ya nos
tienen hasta la madre –me dijo–, porque ya no es justo lo que hacen. Por eso
nos tienen hasta la madre.
Pero yo le respondí:
–Nosotros somos que nos tienen hasta la madre lo que están haciendo. Y
más cuando lo escuchamos que nuestro compañero, nosotras como compañeras lo
vamos a ir a recoger el cuerpo. Ahí nos subieron un tanto más hasta la madre –y
es donde se reía.
–Cómo no, si son todos sus maridos –así me dijo.
SCIM: Y eso de que se burlaba, que decía que ellos hacen,
que lo hacen lo que dicen, ¿no? Porque mencionó algo así de Junta de Buen
Gobierno, ¿no? ¿O no dijo eso de que…
(inaudible)
SCIM: Ajá.
Compañera S: Sólo dice:
–Nosotros si es que vamos a matar, lo vamos a quebrar de una vez.
Ustedes son la Junta de Buen Gobierno, son buenos gobiernos, aunque les hagamos
lo que les hagamos no nos van a hacer nada. ¿Por qué? Porque son buenos gobiernos.
Yo le dije:
–Sí, claro que somos buenos gobiernos, pero para tanto ya no lo somos
–yo le dije así.
–¿Pero qué me van a hacer ustedes? Ni aunque lo sepan quién es mero el
que mató no nos van a hacer nada, porque ustedes son la Junta de Buen
Gobierno que protegen a todos. Yo no temo –dice–. No temo pues, por eso te digo
que yo lo maté.
Yo le respondí:
–Ojalá que así sea. Cuando el día que te toque ojalá que así te plantes
de verga como te estás plantando conmigo.
–De por sí lo voy a hacer. ¿Pero cuándo? Ese día no va a llegar –dice–,
porque ustedes son la Junta de Buen Gobierno, son buenos gobiernos y no nos van
a hacer nada.
SCIM: ¿Algo más te acuerdas de todo lo que te dijo? Algo
así de que se reía y se carcajeaba.
Compañera S: Sí se reía y su compañía se
gritaba, no respondió.
SCIM: ¿El M no habló, sólo se reía?
Compañera S: No habló nada, sólo se reía. Ahí
estaba el M, le picó la espalda para que ya no siga diciendo nada.
SCIM: Ah. ¿Le picó la espalda?
Compañera S: Sí, le picó la espalda y se
empezaron a gritar. Me dijo:
–Mejor vete ya a donde te vas a ir a tu mandado –me dijo. No le respondí
nada.
SCIM: Bueno, si te acuerdas al rato de lo que te haya
dicho entonces le podemos seguir haciendo el trabajo. Esto para que así se va
juntando la información, porque en este caso él mismo dijo.
Compañera S: Sí.
SCIM: Y él mismo salió a tapar. Y dices que entonces
todavía te pregunta eso de que si sabías quién mató, quién asesinó al compañero
Galeano. Y donde dice que es él que fue, ¿no?
Compañera S: Sí.
SCIM: Y dijo que le dio el tiro en la cabeza.
Compañera S: El tiro en la cabeza y de ahí se
fue a la verga.
SCIM: Está bien, compañera. ¿Cuál es tu nombre en la
lucha?
Compañera S: Yo me llamo S.
SCIM: ¿S?
Compañera S: Sí.
SCIM: Está bien, compañera. Eso es lo que queremos, esto,
porque para que se vea que es directamente, porque tú eres de aquí, de La
Realidad. ¿Cuál era tu trabajo que te fuiste en la compartición en Oventik?
Compañera S: Escucha.
(Nota: “escucha”
es un cargo o trabajo o comisión que se les da a algunas compañeras y
compañeros y consiste en que esa compa “escucha” lo que se dice en una
compartición y luego lo cuenta en su pueblo, región y zona, para que así la
“compartición” no queda sólo en quienes asisten, sino que llega a tod@s l@s
zapatistas. Es como el equivalente a “relator” o “relatora”. Los
compas seleccionan como “escuchas” a jóvenes que tienen buena
memoria, entienden bien el español y se saben explicar en su lengua. La
compartición con el Congreso Nacional Indígena (CNI) tenía asignadas como “escuchas”,
a decenas de jóvenas y jóvenes de las distintas zonas, pues el
interés era que lo que dijeran nuestros compas de los pueblos originarios del
CNI fuera conocido por todas las bases de apoyo zapatistas).
SCIM: Ah, sí, sí, sí. La que se iba a hacer después con
el Congreso Nacional Indígena. Está bien. Pues sólo eso, compañera S. Gracias.
(inaudible)
SCIM: Ah, bueno. Y cuando hablaste a ese R., ¿está bolo o
está en juicio?
Compañera S: No. Yo llegué así cerca pero no
sentí el olor del trago. Y cuando yo llegué allá en su casa de L, él iba
pasando ya por su casa. Me veía y se volteaba y se reía, y yo le veía con una
cara de enojada.
SCIM: O sea, ¿podemos decir que sí en juicio lo dijo lo
que dijo? Porque no está borracho pues.
Compañera S: No, no está borracho.
SCIM: Bien. Sólo eso, compañera. Gracias.
-*-
Otra
madrugada. Llega el Subcomandante Insurgente Moisés y me dice:
- Ya quedó
ya. El acuerdo es que la llegada es el día viernes 23 de mayo, el
homenaje al compa Galeano el día sábado 24 de mayo, y el domingo 25 de mayo
cada quien se regresa a su casa. Las bases de apoyo pues.
¿Para los de
afuera también? – le pregunto.
- Sí, pero a
los de afuera les pones lo mismo que fue acuerdo para las bases de apoyo, o sea
que tienen que traer su comida y su dónde duermen.
- ¿Y lo hago
comunicado o carta o cómo?
- Ahí lo
veas tú, pero que quede claro, de modo que no sean una carga para estos
compas. Vienen pues a apoyar, a dar su sentimiento con la familia del
finado y los compas de aquí, no a que los atiendan. O sea que no es
fiesta.
Ah, y
también les avisas que el día 24 de mayo, en todos los caracoles, las bases de
apoyo también lo van a hacer un homenaje al compa Galeano. Y que estaría
bueno si ese día también hacen ellos algo en sus lugares, según su modo de cada
quien y sus tiempos.
Y otra
cosa. Si vas a poner lo de la interrogación de la compañera, no pongas el
nombre de esos cabrones, sólo la letra. Porque no sabemos si es culpable
de asesinato o sólo de andar de machito y hocicón que le quiere meter miedo a
una muchachita.
Y ponle
también que invitamos especialmente a las compañeras y compañeros de lo medios
libres o alternativos o autónomos o como se diga, o sea los que no son de paga,
que son de la Sexta, o sea que son nuestros compañeros y compañeras y que
tienen su comisión de “escucha” en sus tierras. Y que tal vez… así ponle
o sea que “tal vez” vamos a dar una conferencia de prensa la Comandancia
General del EZLN con los medios libres o como se diga, que están en la
Sexta. Digo “tal vez” porque luego no da tiempo por el trabajo y no hay
que quedar mal. Y que los medios de paga no están invitados, ni los vamos
a recibir.
- ¿Y les
mando la foto del finado?
- Sí, pero
la de cuando está vivo, no la del cadáver. Porque nosotros recordamos a
los compañeros por lo que luchan en vida.
-
Sale. ¿Qué más?
Sólo que
aquí estamos, pero creo ya lo saben, que estamos en la realidad.
-*-
Vale.
Salud y escucha.
Desde las
montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, mayo
del 2014. En el año veinte del inicio de la guerra contra el olvido.
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