Para
Ana, Connie, Risa
y colectividad
Por María Jiménez
Primera
vez en el Feminem, festival de grafitti femenino, primera vez en
Ciudad Juárez, primera vez que el asfalto ardiente me quema las
plantas de los pies. Así me recibe el desierto, la frontera, con el
sol abrasador, con antiguos camiones de pasajeros, en donde si tienes
suerte de ir sentadx y el transporte no está tan lleno, verás como
en un carrusel pasar una probada de la extraordinaria combinación
que significa Juaritos, su cielo claro, sus barrios, sus zonas
emulantes del vecino del Norte, sus calles populares, sus edificios
abandonados, su lema de Chihuahua vive por doquiera que veas
edificios públicos.
Pero
Ciudad Juárez no vive por los eslogans del gobierno en turno, que no
puede ser tan distitno de los gobiernos del resto de nuestro país.
No, aquí a la vida se la tiene agarrada por sus ovarios y testículos,
con uñas y dientes cada juarense.
Una
Obeja es la que supo que Feminem tenía que estar en Ciudad Juárez
este año, Obeja Negra, junto con Bazar del Monu, según sus alias en
redes sociales. Y es que un festival de grafitti femenino no podía
ser sin transcurrir en este lugar. Mujer, arte, cuerpo, frontera,
respeto a la vida. La triste fama de esta ciudad, debida
principalmente a “las muertas de Juárez” apuntala la urgencia de
actuar, porque no hay quien vea por nosotrxs, porque en donde sí que
no hay frontera es entre la delincuencia y los gobiernos. Y es esa
verdad la que mueve a lxs que habitan este lugar, a través de
acciones como la del grupo de hip hop Batallones Femeninos, o como
Iniciativa Feminista, o el centro cultural Xolombia, El Circolectivo
y muchos otros que hacen que gire el engranaje en contra del despojo
de la alegría que supone pasar por feminicidios, guerra contra el
narco, represión, impunidad, delincuencia, y makilas como base de la
economía, es decir, una industria precaria y hambrienta de la vitalidad
de sus trabajadorxs.
Obeja
es una mujer inquieta y enérgica, capaz de mover y convocar, que
cuando habla no lo hace con sus labios, sino que de su corazón salen
las palabras, pero no es la única, en esta Ciudad pululan los
corazones parlantes, y lo hacen sin esperanzas o expectativas,
simplemente porque así tiene que ser, se abren, otorgan, cuidan,
sonríen, disfrutan y con maestría aman.
Y
sí, hablando de escuelitas, esta experiencia es una de esas que
redireccionan la vida. El apoyo de los medios locales como la radio,
los periódicos, las personas comprometidas dentro de instancias
gubernamentales, lxs integrantes de la recién nacida maestría en género
de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y ciudadanxs
conscientes hicieron posible un programa-semana con un variado
repertorio de actividades como talleres, bailes, intervenciones,
performances, encuentros de hip hop y por supuesto la expresión
plástica de no un ramillete de mujeres, sino una colección de
hermosas y variadas cactáceas capaces de sobrevivir dentro de los
extremismos de la vida y de la lucha contra la muerte y el olvido.
Provistas de frutos y flores, de jugos, de tonos verdes tiernos y
fuertes, vivaces y alegres, con espinas de distintos calibres e
intensidades, nosotras, las cactáceas provenientes de distintas
regiones nacionales e internacionales, habitamos ese tiempo-lugar que
fue el Feminem en Ciudad Juárez.
Y
los resultados de esa combinación de energías no pudieron ser más
prósperos. Fluyó todo, la vida, el arte, la amistad, el conflicto,
la necesidad de crecer y aprender en conjunto, la búsqueda de la
comunicación. Es la vida, que como mujeres queremos que sea
respetada, que queremos vivir junto con los otrxs, y estuvimos en
ese tiempo-espacio para conocernos y equivocarnos, para aceptarnos y
para rebelarnos contra todo lo que nos oprime.
Realmente
no se puede expresar con suficiencia lo que generó ese encuentro de vidas, falta tiempo, se está ahora mismo experimentando y con un
poco de amor y suerte, se prolongará y expanderá
incontrolablemente.
Ya
fue dado el mensaje, todxs queremos a las mujeres vivas, exigimos el
respeto a la vida, no con imposiciones hipócritas, sino verdadero
respeto del cuerpo y de las decisiones, nos sabemos inexpertas, nos
sabemos vulnerables, nos sabemos todavía con muchas ataduras, pero
también sabemos que podemos juntas y juntxs darle forma a lo que
queremos.
Sé
que las cactáceas nos seguiremos encontrando, y es una certeza el que ya Colectiva Guanajuato está
ligada para siempre a esa Ciudad que no dudó en acogerme con toda su
crudeza y con toda su alegría.
Juaritos
resiste y da vida. Juaritos funde el corazón para refinar los
anhelos. Juaritos brilla con todo y la dureza de la vida cotidiana.
Juaritos y Feminem se aman, para siempre...
Excelente escrito compañera. No tuve oportunidad de estar presente, pero tu escrito me permite evocar, aunque sea brevemente y de lejos, lo que debe haber sido una fiesta por la vida. Muchas gracias María, por permitirnos asomarnos a esta maravillosa iniciativa. Muchas felicidades a Obeja Negra, a Feminem y a tod@s l@s que hicieron posible esta expericencia. Un fuerte abrazo desde Guanajuato, un abrazo solidario de la Colectiva Guanajuato.
ResponderEliminar