40 Y 20
ENTRE EL MARXISMO Y EL ZAPATISMO
No he podido hacerlo, pero desde
hace algunos años he querido contar mi paso por el marxismo y mi llegada al
zapatismo, que son punto de partida y de llegada entre la juventud posuniversitaria
y la juventud acumulada de más de seis décadas de vida.
Si ustedes me lo permiten, algo
quiero decir de la intención de escribir alguna vez estas memorias, si el
tiempo me lo permite, claro; porque fíjense que el tiempo a veces es nuestro amigo
pero otras veces nuestro enemigo. Por ejemplo, el tiempo, fue un amigo
entrañable durante los últimos 9 meses, ahora es mi enemigo porque mañana me
voy de Guanajuato… no quisiera irme,
pero es inevitable.
Voy camino a los 65 años, pero a
diferencia de otros jóvenes, no fue en la vida universitaria, donde practiqué por primera vez la militancia
política de izquierdas, como solía suceder en los jóvenes universitarios de
aquella época, la de los 60 y 70, y tal vez 80. No podía hacerlo, yo me dedique
durante mi paso por la Universidad de Guanajuato al estudio, a la vida espiritual y a la práctica de la fe
en dios; estudie en una Universidad que en la década de los 60 era en términos
generales, extremadamente conservadora: me refiero a la Universidad d
Guanajuato. Pongo un ejemplo: quien era Rector en la Universidad de Guanajuato la mayor parte de mis años de estudio en la
escuela de Arquitectura era el Licenciado Euquerio Guerrero que por cierto fue
nuestro padrino de generación (yo estudie entre 1967 y 1971, y Euquerio
Guerrero creo que estuvo hasta 1970 porque fue nombrado magistrado de la
suprema corte de Justicia de la Nación); leí sus memorias y vean lo que dice sobre el movimiento
estudiantil de 1968:
Así
llegamos al año 1968 en que una racha negra se abatió sobre todas las
Universidades del mundo y de México y tuvimos la enorme suerte de que solo
nuestra Universidad de Guanajuato se abstuvo de participar en las agitaciones
pues los Universitarios se negaron a aceptar las invitaciones que para ese fin les formularon estudiantes
metropolitanos, que llevaron tentadoras ofertas de dinero
Como ustedes pueden ver, para don
Euquerio Guerrero, como parte de la clase política gobernante diazordacista en el país en aquella
década, los estudiantes universitarios
Guanajuatenses se libraron de la “amenaza comunista”.
Pero en Guanajuato, no todo fue
conservadurismo: por un lado, en 1969, visitó la escuela d Arquitectura el
obispo de Cuernavaca Don Sergio Méndez Arceo, que había revolucionado a la
iglesia católica con su teología de la liberación emparentada de alguna manera
con el marxismo pues era identificada como la iglesia de los pobres y sus practicantes empezaron a ser conocidos
como los cristianos por el socialismo; la conferencia dada en la escuela de
Arquitectura por Don Sergio, puedo decir que dejó marcado el proyecto de vida
que todavía practico en la actualidad, ahora por fuera de la iglesia; por otro
lado, ante la renuncia de Euquerio Guerrero, el gobernador de aquel entonces,
nombró a un Rector, me parece que se apellida Fernández, que fue rechazado por
la mayoría de la comunidad universitaria, que de manera sorprendente realizó
grandes movilizaciones de protesta y reivindicó por primera vez, la Autonomía
Universitaria, como por ejemplo la enorme marcha que hubo desde pocitos hasta
el palacio de Gobierno en el paseo de la presa.
Estos hechos aislados, a mi juicio,
son vientos de libertad como los del movimiento estudiantil de 1968, que soplaron
en Guanajuato. Estos vientos también soplaron en La Paz, donde nací, crecí y
donde ahora trabajo desde hace 43 años. Acaba de salir de la Escuela de
Arquitectura, cuando en 1972 el barrio de pescadores más antiguo de La Paz,
llamado el Esterito y su extensión la Colina del Sol fueron amenazados por el
gobierno sudcaliforniano con desalojarlos con maquinaria pesada, destruyendo
algunas de sus casa, pero defendieron su territorio, principalmente las
mujeres, y gracias a eso que ellos pudieron seguir viviendo en el lugar, a unos
metros de la bahía de La Paz; sin pensarlo, ese fue el primer movimiento que
influyó en mi vida personal y forma parte de la práctica social, gracias, diría
yo, a la influencia de Don Sergio Méndez Arceo.
Fue el caso que en diciembre de 2014
es el aniversario 40 de mi acercamiento al marxismo pues fue en 1974 cuando me
incorporé al Grupo Comunista Internacionalista, que en ese tiempo era parte de
la Cuarta Internacional, fundada en 1938 por Lev Davidovich Bronstein, mejor
conocido como León Trotski, una organización socialista y marxista
opositora al imperialismo capitalista y a la burocracia stalinista que se había
formado en la Unión Soviética en 1938. Se trataba de un marxismo crítico, no
soviético.
A excepción de Cuba, en 1985, con la
perestroika del Gorvachov, se anunció el
derrumbe del llamado campo socialista, ese cambo burocráticamente centralizado
que había desprestigiado por muchos años al marxismo, de ahí el surgimiento del
trotskismo; para 1989 se derrumba el muro de Berlín con la caída de Honecker y
en 1991 desaparece la Unión de
Repúblicas Socialista Soviéticas, conocida como la URSS, que había sido fundada
en 1922, en vida de Lenin y de Trotski, deformada por Stalin en la década d
1930. Obviamente que el sistema capitalista y sus ideólogos, iniciaron una
campaña ideológica y práctica, para hacer creer que con el derrumbe del campo
socialista, el marxismo había muerto para siempre; por supuesto que esto no es
así, aunque si se puede decir que las izquierdas social y revolucionaria había
entrado en una crisis de identidad muy fuerte, que parecía no salir de ella.
Pero en 1994, se da un levantamiento indígena en México que después
conocimos como el zapatismo.
Para la gran mayoría de los
analistas, marxolog@s y zapatolog@s, no hay paralelismo y si
muchas contradicciones entre zapatismo y
marxismo. Para mí no. Para mi hay un paralelismo y una continuidad entre
marxismo y zapatismo (No lo voy a explicar ahora, pues el propósito de esta
conversación es otra); es la razón por la cual este año 2014 es el aniversario 20 de mi acercamiento con
el zapatismo, o si se quiere, con el pensamiento zapatista, el del EZLN.
Con el pensamiento zapatista surge
entonces un nuevo movimiento social antisistémico, anticapitalista y de izquierda,
que conocimos con el levantamiento indígena de 1994, con los caracoles de 1993,
con la sexta Declaración de la Selva lacandona de 2005 y con la Escuelita
Zapatista de 2013 y 2014.
Pero, me pregunto, ¿Cuál ha sido la
historia de los movimientos antisistémicos y anticapitalista?. De esto quiero
hablarles en los siguientes minutos, aprovechando una conversación que tuve en
la preparación de la Cumbre de los Pueblos contra el G-20 en la Paz Baja
California Sur en el año 2012:
Un sistema capitalista en lo local
como en lo mundial, funciona con la lógica de la ganancia y del mercado, nunca
en función de las necesidades sociales ni del respeto a la madre tierra ni a la
naturaleza, y se distingue por la acumulación incesante de capital. Un
movimiento social antisistémico se origina, se desarrolla y se concreta con una
lógica radicalmente diferente, por lo tanto, no todo movimiento social de
protesta contra las medidas del capital es un movimiento antisistémico, aunque
una buena parte del movimiento social contra las medidas del capital, tienen
una lógica antisistémica. En el mundo todavía existen miles y miles
de comunidades pequeñas y medianas que sus economías se basan en la
lógica de las necesidades sociales, de la solidaridad y ayuda mutua, en México tenemos el caso de un extenso
territorio indígena en el estado de Chiapas cuyos epicentro son los Caracoles
donde las Juntas de Buen Gobierno gobiernan bajo el principio zapatista del mandar obedeciendo, resguardados por el
Ejército Zaptista de Liberación Nacional (EZLN), donde la cultura, el ejercicio del poder y la
economía son por definición antisistémicas en el sentido anticapitalista que
hemos definido.
La primera gran redistribución
territorial del planeta producto de la competencia capitalista, interimperialista,
se dio durante la conocida como primera Guerra Mundial, y como parte de esa
crisis capitalista conocimos por primera vez,
después de la comuna de parís de 1871 en Francia, la primera gran
Revolución Socialista que se gestó en Rusia en 1917, y que al paso del tiempo,
desafortunadamente, se fue deformando gradualmente con la imposición de la
dictadura stalinista, después de la
muerte de Lenin, de la persecución de trotskismo
y del asesinato de León Trotsky en 1940 en su casa de Coyoacán en la ciudad de
México, por un sicario español de José Stalin, de apEllido Mercader, apoyados
en México, por los dirigentes del Partido Comunista Mexicano, entre otros por
David Alfaro Siqueiros.
En completo estado de descomposición
de los postulados socialistas en el Estado Soviético, una segunda gran
redistribución del planeta entre las grandes corporaciones capitalistas y
los estados nacionales, la encontramos
al final de la segunda guerra mundial, en donde los Estados Unidos y la Unión
Soviética, se convirtieron en los estados nacionales hegemónicos, que tuvieron
el control de la economía-mundo, cada uno con su esfera de influencia, el llamado primer mundo capitalista y su
periferia formada por una gran parte del
tercer mundo, y por otro lado el llamado mundo socialista que se había agrupado
fuera del mercado capitalista desde la primera mitad del siglo XX, al que se
sumaron las economías de Europa Central y Oriental, que estaban bajo lo
hegemonía de estalinismo soviético, y
posteriormente Vietnam, Cuba y China, que guardaron distancias con la
burocracia política soviética; aunque la China de Mao Tse Tung, siempre guardó
distancia con la unión Soviética de Stalin.
En la posguerra aparecen dos
fenómenos en cierto sentido contradictorios, por un lado, en la economía-mundo capitalista, entidades
supranacionales dominados en su mayoría
por los Estados Unidos, una es la
Organización de Naciones Unidas (ONU),
otras son el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, el
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización de Cooperación y
Desarrollo Económico (OCDE), la Organización de Estados Americanos (OEA) y a
nivel militar estuvo la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a
través de las cuales, el capitalismo ha garantizado el control político y
económico de la gran mayoría de los pueblos del planeta durante la segunda
mitad del siglo XX; en contraparte, hay que recordar que el primer gran movimiento social
antisistémico del siglo XX, la revolución socialista en Rusia de 1917
promovió un organismo de corte político que fue la III Internacional que agrupó
a la inmensa mayoría de los partidos comunistas del mundo, bajo la hegemonía
del Partico Comunista de la Unión Soviética (PCUS) que ya burocratizada por el estalinismo creo
en la economía-mundo, un organismo fundamentalmente económico denominado Consejo de Ayuda Mutua Económica
(CAME) como contrapeso al FMI y al BM, que operó con otra lógica y sin ninguna
relación con ellos.
Hubo en la segunda mitad del siglo
XX otros movimientos sociales antisistémicos
con el carácter de revoluciones socialistas al margen del estalinismo
soviético, anticipada por la revolución
socialista en China en 1949, la yugoeslava en medio de la segunda guerra
mundial, la cubana en 1959, la vietnamita
en 1968 y 1975, y otras que finalmente no prosperaron como fueron la
revoluciones inconclusas en Nicaragua dirigida por el Frente Sandinista de
Liberación Nacional (FSLN) y de El Salvador dirigida por el Frente Farabundo
Martí de Liberación Nacional (FMLN), y otros movimientos antisistémicos como
los de Guatemala y Granada.
Estos movimientos sociales
antisistémicos fueron coincidentes con la crisis económica severa que sufrió el
capitalismo mundial al finalizar la década de 1960 con la crisis del dólar,
pero sobre todo la crisis generalizada de sobreproducción de mercancías de
1975-1976 y 1980-1982, que se expresó en el corazón de las economías
desarrolladas, con millones de desempleados en las calles. En este momento
poscrisis ya se habían fortalecido otras
economía nacionales como Japón y las principales economías de la Unión Europea
encabezadas por Alemania y Francia, que se convirtieron en pares de los Estados Unidos desde el punto de vista
de la competencia capitalista; y empezaron a formarse los grupos hegemónicos
proteccionistas del sistema capitalista, empezando por el G-7 formado por
Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia,
Gran Gretaña, Italia y Canadá, y
a partir de aquí, todas las
instituciones del capital se reestructuraron para garantizar la expansión de
privatización de la economía y de la naturaleza en el planeta, y se generalizó
la privatización de las empresas estatales en todos los países, se promovió la
apertura de las economías nacionales a las mercancías y al capital extranjero;
se trataba de un nuevo modelo de acumulación del capital, conocido como modelo
económico neoliberal, que también ha ido modificando, en los hechos y en todo
el mundo, las relaciones laborales y de trabajo establecidas en el pasado entre
el capital y el trabajo, y por otro
lado, se ha venido destruyendo el tejido social de las comunidades locales,
indígenas y no indígenas; y poco a poco
ha venido copando los territorios de las áreas naturales ricas en
biodiversidad, una buena parte de ellas, áreas naturales protegidas, que ahora
son uno de los principales blancos del capital.
Después del derrumbe del llamado
campo socialista al finalizar la década de 1980, La Unión Soviética y todas las economía de
Europa Central y Oriental, llegan al finalizar el siglo XX, con una
economía reestructurada, de nuevo, como
economías capitalistas; Un caso atípico
es, indudablemente, el caso de la economía China, por la sencilla razón de que
se trata de una economía centralizada estatalmente, que utiliza de manera extensiva instrumentos monetario-mercantiles y
mecanismos de mercado conducida por un partido que de origen no es capitalista,
el Partido Comunista Chino, que si bien tiene un proyecto económico de largo
plazo que ellos llaman por lo pronto economía
socialista de mercado; en las condiciones actuales de la economía-mundo
capitalista, no es distinto al proyecto neoliberal, pues se ha incorporado
intensamente al mercado capitalista de mercancías, de capital, de ciencia y
tecnología, y que junto con Brasil, Rusia e India, es parte del grupo conocida
como BRIC, que dicho sea de paso, es un contrapeso al interior del G-20, en la
competencia capitalista. Por los rasgos atípicos que hemos mencionado, esta
economía ha sido soporte de países donde gobiernan partidos identificados como
socialistas o comunistas, que son los casos de Cuba, Vietnam y Corea del Norte,
o países donde gobiernan organizaciones políticas de corte populista y antimperialista, como son los casos de Venezuela, Bolivia,
Ecuador, Uruguay, Paraguay, Nicaragua, El Salvador y Brasil.
Podemos decir que el capitalismo
tiene ahora tres grandes liderazgos y no uno, como sucedió después de la
segunda guerra mundial, que se disputan
la hegemonía del globo terráqueo, lo que ellos llaman la “gobernanza global”:
uno de ellos es Estados Unidos, otro
Alemania y Francia, apoyados en la conocida troika: La Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo
Monetario Internacional; y un tercero los países asiáticos hegemonizados
por Japón y China, en el que se incluye Rusia, mientras que los países árabes
representan la hegemonía petrolera. En consecuencia, aunque el dólar sigue
siendo la moneda de referencia mundial, ya no es la única pues compite con el
euro, el yen y el yuan.
En el momento en que Rusia se consolida
como un economía capitalista reestructurada, y por lo que representó como
potencia autonombrada socialista en el pasado, el G-7 lo incorpora como
invitado permanente y se forma lo que ahora conocemos como el G-8, aunque Rusia
opera por separado al lado de Brasil, India y China, que se conoce como el
Grupo BRIC o G-5 si se agrega Sudáfrica;
y que forman también parte del G-20; mientras que la Unión Europea lo forman 27
países: Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República Checa, Dinamarca, Eslovaquia,
Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría,
Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia,
Portugal, Reino Unido, Rumanía y Suecia, y todos ellos en conjunto tienen un
asiento en el G-20.
El G-20, donde se concentra el poder
económico del capitalismo, está formado por economías centrales y
semiperiféricas que son: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia,
Japón, Reino Unido y Rusia, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, Corea del Sur,
India, Indonesia, México, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.
Es a este enorme poder del poder del
mercado al que se está enfrentando el zapatismo. En un principio lo quiso hacer
con la lucha armada a través de un ejército popular mayoritariamente indígena
que se estuvo construyendo en la clandestinidad de la selva lacandona durante
10 años, que hoy conocemos como Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que
tiene un mando indígena político-militar que es el Comité Clandestino Revolucionario
Indígena-Comandancia General del EZLN conocido como el CCRI; pero ahora,
gracias a la reunión de 2003 cuando se fundaron los caracoles y con la
iniciativa de la escuelita en territorio zapatista en agosto y diciembre de
2013 y enero de 2014; con la escuelita de la escuelita en octubre de 2013 en La
Paz y en Guanajuato de febrero a junio de 2014; podemos saber con exactitud,
que los zapatistas es un auténtico movimiento antisistémico, anticapitalisa y
de izquierda alternativo que resiste y construye con sus autonomía, una
sociedad que no sabemos que será, lo único que sabemos es que es una sociedad
antis sistémica, anti capitalista. Es
ahí donde encuentro el paralelismo entre marxismo y zapatismo, que me ha tocado
vivir en estos 40 años de militancia.
Ahora, me siento contento por
pertenecer a Radio Zapatista Sudcaliforniano brazo sonoro del Frente Zapatista
Sudcaliforniano, con una mayoría de jóvenes y jóvenas, entre los que está el
tito mi hijo, probablemente en ese colectivo yo sea el único viejo, por decirlo
de alguna manera, no es que lo sea. Pero también estoy contento por pertenecer
al mismo tiempo a la Colectiva Guanajuato, a la que quiero seguir perteneciendo
a pesar de la distancia entre La Paz y
Guanajuato.
Después de 40 años quiero dar gracias
a Don Sergio Mendez Arceo y al Neto Velázquez que fue un compañero Oaxaqueño
que fue a La Paz en 1974 a convencernos de un socialismo democrático y que nos
enseñó en los históricos y prolongados
círculos de estudio de la época, la herramienta del totskismo como parte
integrante del marxismo crítico para comprender el mundo, y probablemente
también para transformarlo algún día, para que ustedes y nosotros y la
humanidad entera, sea verdaderamente feliz.
Guanajuato, Gto., a 8 de julio de 2014
GILBERTO
VIDEO AUDIOS DE LA LECTURA:
40 y 20: Entre el marxismo y el zapatismo. Primera: http://youtu.be/7Cb2a3hmbLc
40 y 20. Tercera parte: http://youtu.be/7o9eqxj-WaI 40 y 20 Tercera Parte b: http://youtu.be/Kou3cPw34oI
40 y 20: Entre el marxismo y el zapatismo. Primera: http://youtu.be/7Cb2a3hmbLc
40 y 20. Tercera parte: http://youtu.be/7o9eqxj-WaI 40 y 20 Tercera Parte b: http://youtu.be/Kou3cPw34oI
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